Existia, hace mucho antes de que el universo fuera como ahora y el tiempo tuviera medida, un romance sin igual, el Sol y la Luna eran uno, no existia nada mas en el vacio que ellos dos, el Sol confiaba ciegamente en el brillo de la Luna ya que era este el que le daba ese resplandor, sin embargo un dia la Luna encontro a las >estrellas, las estrellas que eran entes que brillaban por si mismas y que a la Luna le daban una luz diferente a la que el Sol podia darle, sin que el sol se percatara, ella huyo con las estrellas a unas aventuras enredandose en brillos y en efectos inimaginables.
El tiempo paso y la Luna escondia muy bien sus secretos, el Sol la veia y parecia que todo estaba bien, hasta que un dia el Sol vio de reojo el lado obscuro de la Luna y descubrio que tenia marcas en su superficie que no deberian estar ahi,el dejo que la Luna jugara su parte, la eternidad pasaba y cada vez se veia mas y mas el brillo de las estrellas acercandose a donde estaban, el Sol preguntaba a la Luna que serian?, ella siempre cambiaba el tema al brillo sin igual que el tenia, el sabia que ella tenia algo entre manos mucho antes de que ella se enterara.
En un instante de esa eternidad el Sol no pudo mas y confronto a la Luna que estaba segura de su juego:lamento decirtelo Luna pero las estrellas que vez, son creación mia, la luz que vez en ellas, es luz que ha salido de mi cuerpo, y las marcas en ti son por que yo mande a hacer esas marcas, la Luna no pudo con la pena eh intento escapar del Sol en un arranque eterno de pena y decidio rodear a un planeta, el Sol con la mision de siempre brindar luz a la galaxia se quedo donde estaba, viendo a lo lejos como su amada exponia su pena siendo ella la que iluminaba con sus lagrimas y el reflejo de lo que tuvo las noches de la Tierra...por la eternidad las estrellas cuidaron de ella por ordenes del sol, y la Luna solo podia ver a la distancia el brillo que perdio.
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